Potrerillos, Honduras. Emerson Ariel Rivera es un joven de Potrerillos que nació con una enfermedad que le impide desarrollar toda su fuerza motriz en sus brazos. Sin embargo, eso no fue obstáculo para que se convirtiera en un experto en la elaboración de productos de madera.
Centro de enseñanza abre oportunidades a personas con discapacidad física, como Ariel Rivera.
Las oportunidades para él las abrió el Centro Intercomunitario de Atención a Personas con Discapacidad Solidaria (CIS), que a pesar de sus múltiples necesidades ha logrado hacer realidad los sueños de varios jóvenes y niños.

“Estoy muy contento porque he sido beneficiado con varios talleres, y ahora que estamos capacitados para tallar madera, elaboramos muchos productos, pero necesitamos más apoyo para trabajar”, expresó Rivera. 

El CIS no solo da oportunidad a jóvenes con retos especiales, también se benefician otras personas que no tienen las condiciones de estudiar en centros educativos por la falta de recursos económicos.

“Estamos esperando el apoyo de la alcaldía con material semilla para que los jóvenes formen su microempresa y en este mismo taller elaboren variedad de artículos tallados en madera”, dijo José Alvarado, del CIS.

Para el próximo año, los estudiantes esperan el curso de albañilería que será impartido por técnicos del Instituto de Formación Profesional (Infop).

Actualmente la materia prima la obtienen por donaciones y gestiones de los mismos estudiantes. Debido a que los fondos que reciben son escasos, una familia de Potrerillos les presta un predio adonde han habilitado aulas que aunque no cuentan con condiciones adecuadas han servido para la rehabilitación de cientos de niños.

El alcalde donó un predio para la construcción del nuevo centro, pero falta el presupuesto de unos dos millones de lempiras para hacer el sueño realidad.

“Las atenciones que brindamos son en las áreas de atención a discapacidades físicas, parálisis cerebral y el área con problemas de aprendizaje como la lectoescritura y las matemáticas”, informó la maestra Claudia Gallegos.

Aparte de enseñanza escolar, imparten talleres de costura para las adolescentes y esperan que en un futuro los cojines y carteras que ellas hacen se puedan comercializar en la región.

“Enseñar a personas con retos especiales es de mucha satisfacción porque ponen todo su esmero en aprender y los resultados de sus fabricaciones son excelentes”, manifestó la maestra de costura Iris Osorio.
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