Por: Natelee Noreyda Forbes*
Todos sabemos que la educación cumple un rol decisivo en revertir toda forma de discriminación y promover una cultura de trato justo y respeto mutuo. A continuación les comparto mi perspectiva de los desafíos y avances de la educación intercultural bilingüe en Honduras.
Todos sabemos que la educación cumple un rol decisivo en revertir toda forma de discriminación y promover una cultura de trato justo y respeto mutuo. A continuación les comparto mi perspectiva de los desafíos y avances de la educación intercultural bilingüe en Honduras.
La primera tarea pendiente es fortalecer la formación de nuestros maestros y maestras, en dos sentidos. Por un lado, debemos darles posibilidad de fortalecer su identidad, a través de las lenguas propias, las costumbres, los conocimientos, las artes, la artesanía. El maestro y la maestra que labora el programa de educación intercultural bilingüe debe formarse en su identidad, para poder fortalecer la identidad de los niños y niñas en la escuela. Y lo segundo, darles las herramientas para tender puentes de diálogo con otras culturas. Para ello, necesitamos que sean formados en un currículo abierto, que se adecúa, no en un currículo traducido. También deben cuidar de no caer en la trampa de un currículo que les aísle de la posibilidad de desarrollarse y crecer. Porque también este puede ser un mecanismo de los que detentan para poder seguir oprimiendo a los pueblos indígenas y afrohondureños.
Debemos ser muy cuidadosos con la construcción del contenido y la metodología que se va a desarrollar en las escuelas. Debe ser un contenido y una metodología que recuperen las lenguas de los diferentes pueblos, para que los niños y niñas revaloricen y fortalezcan su identidad y, al mismo tiempo, puedan dialogar con otras sociedades y culturas. Necesitamos, también, una gestión transparente y eficaz… por eso es importante el acompañamiento que está haciendo PRONEEAAH –programa de la Secretaría de Educación responsable de garantizar, en los distintos niveles y modalidades del Sistema Educativo Nacional, la Educación Intercultural Bilingüe– en colaboración con las federaciones de los pueblos indígenas, y esto debe ir ampliándose; pero también es importante ir generando las condiciones para que algunos docentes indígenas y afrodescendientes se especialicen en las mejores universidades del mundo, no para copiar otros modelos, sino para conocer y poder entrar en diálogo en igualdad de condiciones con los demás profesionales y aportar en la construcción de este nuevo currículo. Todavía tenemos muchos desafíos, necesitamos mayor presupuesto y dotar a las escuelas de los medios necesarios. Seguimos con serios problemas de rubros, carencias en la parte edilicia, materiales didácticos, pero también debemos reconocer que hemos podido avanzar en la publicación de libros en lenguas indígenas y queremos seguir avanzando.
A los maestros y las maestras de la patria que lean este artículo, les entrego el gran desafío: hacer que la escuela pública sea un espacio de liberación para los pueblos. Esto va a ser posible a través del conocimiento de las propias raíces y también de los conocimientos para enfrentar los nuevos desafíos. Nosotros podemos lograrlo, podemos mostrar una escuela con identidad, capaz de recuperar su historia, que contribuya a la reconstrucción de una identidad nacional sin perder la diversidad. En las escuelas debemos tener las computadoras y las últimas tecnologías, pero todo esto debe tener el sello de la identidad de los pueblos indígenas y afrohondureños. Démosle a las escuelas públicas que quieren renacer, calidad educativa, pero también calidad humana.
* Reina de los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes de Honduras. Postgrado en Derecho Indígena – UII
Rufianrevista.org
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