En una serie de allanamientos en todo Honduras, las autoridades embargaron más de cien activos derivados de una red de extorsión que presuntamente incluía miembros de la MS13 y funcionarios del gobierno, de la que se dice es la primera operación de su tipo en el país.
En las primeras horas del 23 de febrero, agentes de orden público dirigidos por la Agencia de Investigación Criminal (ATIC) del Ministerio Público (MP) realizaron 42 allanamientos contra la red de extorsión, en la cual arrestaron a diez personas y aseguraron 102 activos, incluyendo residencias y vehículos, informó El Heraldo. Las autoridades también embargaron trece negocios que supuestamente se usaban para lavar dinero de la extorsión para la Mara Salvatrucha (MS13).

Según el fiscal general Óscar Fernando Chinchilla, es la primera vez que las autoridades aseguran bienes financiados con ingresos de la extorsión. Denominada "Operación Avalancha" por las autoridades, la fuerza de tarea conformada por 700 agentes de orden público buscaba desmantelar una red de la MS13, según El Heraldo. 

Entre los detenidos está el alcalde de la ciudad de Talanga, a quien se acusa de asociación ilícita y lavado de dinero, un exagente de policía destituido del organismo cuatro años atrás después de fallar en una prueba de polígrafo.

Una fuente no identificada declaró a El Heraldo que autoridades estadounidenses apoyaron la misión después de que los funcionarios detectaran “transferencias sospechosas de dinero desde Honduras a algunas ciudades norteamericanas".

Si las autoridades hondureñas siguen atacando el flanco financiero de las redes de extorsión, como lo indicó Chinchilla luego de los allanamientos, podrían asestar un nuevo tipo de golpe contundente contra la MS13.

La mayoría de las operaciones de seguridad contra las pandillas callejeras busca recobrar el control territorial y otras tácticas de la ley y el orden que caen dentro de la estrategia "Mano Dura". Al contrario, el aseguramiento de activos se reserva por lo general para las organizaciones narcotraficantes, como Los Valle y Los Cachiros, ambos con un gran número de propiedades embargadas por las autoridades hondureñas en los dos últimos años.

Esta nueva estrategia resulta más efectiva que la Mano Dura, que ha sido criticada por reforzar inadvertidamente las pandillas centroamericanas. Como halló una reciente investigación de campo de InSight Crime, las mayores pandillas callejeras de Honduras cuentan la extorsión como una de sus principales fuentes de ingresos. 

Sin lugar a dudas, la extorsión se ha convertido en una industria criminal cada vez más lucrativa en la región del Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala, Honduras). Según estadísticas de la Cámara de Comercio de Honduras, los residentes del Triángulo Norte pagaron más de US$650 millones en extorsiones en 2015.