La descentralización en Honduras se apoya en la Ley de Municipalidades de 1990 que creó Consejos de Desarrollo Municipal para la organización y la participación ciudadana. El sector educativo presenta un funcionamiento desconcentrado en el que la Secretaría de Educación se ha departamentalizado pero se mantiene la centralización del proceso administrativo. La presión descentralizadora se observa en la reforma a la educación planteada en el Foro Nacional de Convergencia de 1994 y a través de la ejecución del proyecto PROHECO (Chávez, 2003 y PREAL, 2002).
El Proyecto Hondureño de Educación Comunitaria (PROHECO) se inició en 1999 inspirado en los programas EDUCO de El Salvador y PRONADE de Guatemala, con el objetivo de incrementar el acceso a la educación de los niños de las zonas rurales y de fortalecer la participación comunitaria en la toma de decisiones escolares. Al igual que esos programas, también se puso en marcha en zonas rurales remotas en los niveles de preescolar y primaria.

Para participar en el Proyecto, se exige a las comunidades estar localizadas en áreas rurales, tener mínimo 25 niños en edad de cursar preescolar o primaria, mostrar que no hay otra escuela en 3 kilómetros y que la localidad se encuentre en el área afectada por el huracán Mitch. 

Las políticas y estrategias en torno a la participación comunitaria son establecidas por la Unidad Coordinadora del programa en el nivel central. A su vez, las oficinas departamentales de la Secretaría promueven el programa en las comunidades. Para participar, se requiere la creación de las Asociaciones Educativas Comunitarias, AECO, que son entidades legales conformadas por miembros elegidos de la comunidad. Estas asociaciones reciben capacitación de tres días de parte de promotores sociales contratados por la Unidad Coordinadora. Las AECO están conformadas por seis miembros, todos pertenecientes a la comunidad. 

En el año 2003 funcionaban 506 escuelas en el Proyecto con 649 docentes que atendían a más de 20 mil niños (Chávez, 2003).
snte.org.mx