El excanciller de Honduras Enrique Ortez dijo hoy que la intención del Gobierno que preside Porfirio Lobo de establecer relaciones con China, pese a la oposición de Taiwán, es por dinero, para superar la crisis fiscal del país.

Ortez indicó a periodistas que detrás de la voluntad política de unas relaciones abiertas con China "hay una movida" (negocio), que sería que el país asiático compre unos "bonos soberanos" recién aprobados por el Gobierno de Lobo, por unos 750 millones de dólares, para superar la crisis fiscal que atraviesa su administración.

Formalizar relaciones con China supone el sacrificio de las existentes con Taiwán, enfatizó Ortez, quien fue canciller temporal durante el régimen de facto de Roberto Micheletti, quien sucedió en el poder a Manuel Zelaya, derrocado el 28 de junio de 2009.

Ortez, quien además ha sido presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica, embajador en Francia y ministro del Interior, entre otros cargos, considera que el Gobierno de Lobo no puede estar jugando a mantener relaciones con China y Taiwán.

El jueves, el Gobierno de Honduras reiteró en un comunicado su interés de establecer relaciones con China, pese a la oposición de Taiwán y aseguró que no contempla el "doble reconocimiento".

"En la búsqueda de un mayor desarrollo para nuestro pueblo, el Estado de Honduras está tomando en consideración el establecimiento de las relaciones bilaterales y multilaterales que demanda el actual escenario mundial, por lo que todas las posibilidades de relacionamiento quedan abiertas", indicó la Cancillería hondureña.

El anuncio lo hizo Tegucigalpa un día después de que el director del Departamento de Asuntos de Latinoamérica y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán, Jaime Wu, dijo que su país "no aceptará que sus aliados adopten la política de doble reconocimiento de Taiwán y China".

Honduras señaló que es "conocedor y respetuoso del principio político de una sola China" y agregó que en ningún momento ha contemplado "el doble reconocimiento", porque es "imposible e incoherente con la realidad política internacional".

El pasado día 19 Lobo reafirmó que su Gobierno está interesado en establecer relaciones con China y aseguró que no había nadie que lo "condicionará".

El canciller hondureño, Arturo Corrales, recibió el pasado día 21 al embajador de Taiwán en Tegucigalpa, Joseph Kuo, a quien le reafirmó que Honduras "contempla todas las posibilidades en sus relaciones internacionales, inclusive aquellas que desde hace algunos meses viene realizando con la República Popular China".

El exdiputado y analista Olban Valladares calificó de "arrogante" el anuncio que hizo el jueves el Gobierno hondureño en detrimento de Taiwán, que desde hace varios años ha venido financiando proyectos sociales en Honduras.

En su opinión, "no hay dignidad" en el Gobierno de Honduras y "se está abofeteando a un pueblo y gobierno (de Taiwán) que ha sido amigo en las buenas y en las malas".

Agregó que por recursos económicos para superar la crisis fiscal, el Gobierno hondureño se está "arrodillando" ante China.

Por su parte, el analista Graco Pérez expresó a periodistas que con la actitud del Gobierno de Lobo, Honduras se muestra al mundo como "un país poco serio" y "sin una política exterior clara".

La política exterior hondureña más obedece a una "simpatía" de Lobo, según Pérez, quien recalcó que el presidente busca "recursos desesperadamente" para hacer frente a la crisis fiscal que atraviesa el Gobierno.

Entre otros problemas derivados de la crisis, el Gobierno no le ha pagado el salario y el aguinaldo de diciembre a empleados públicos de varias instituciones, entre las que figuran las secretarías de Salud y Educación, lo que ha provocado protestas durante los últimos tres días frente a la cartera de Finanzas.
Taiwán y China mantienen una disputa de soberanía desde 1949, cuando el Gobierno Nacionalista Chino fue derrotado por los comunistas de Mao Zedong.

Mientras Taiwán se proclama un estado soberano e independiente bajo el nombre de República de China, Pekín considera a la isla como parte de su territorio y exige a Taiwán que acepte el principio de que sólo hay una China y que la isla forma parte de ella. EFE