Fueron 21 años de silencio y distancia, pero no de olvido. Emeteria Martínez Corea, de El Progreso, departamento de Yoro, Honduras, encontró en México a su hija Ada Marlén Ortiz Martínez. La joven dejó su país por la pobreza el 9 de agosto de 1989. Desde entonces no supo más de ella.

El pasado sábado, Emeteria y Ada Marlén por primera vez fundieron su dolor en un mismo abrazo. La Casa del Migrante San Juan Diego, ubicada en Lechería, en Tultitlán, fue escenario del reencuentro.

El 16 de octubre del 2008 Emeteria Martínez, junto con una caravana de madres hondureñas, recorrió las vías de la zona de Lechería en busca de Ada Marlén. Dos años más tarde, junto con sus compañeras, regreso a la misma comunidad.

Ian Quiroz Cáceres, coordinadora del Sexto Viaje de Búsqueda de Hondureños Desaparecidos, afirmó que buscan a 800 de sus compatriotas, algunos de los que no saben nada desde hace 20 años. En total 12 madres hondureñas y una mexicana recorren parte del país para hallar a sus seres queridos.

Doña Emeteria, de 72 años de edad, inició la búsqueda de Ada Marlén hace 11 años. A pesar de su pobreza la mujer anduvo los mismos caminos de los migrantes en México, siempre con una fotografía de su hija en las manos.

"Mi hija se llama Ada Marlén Ortiz. Salió en 1989, el 9 de agosto, dejándome dos niños. Tenía 17 años, era madre soltera. Dijo: Mamá voy a Estados Unidos para buscar un medio económico para ayudar a mis hijos y a usted", relata doña Emeteria.

Añade: "Le decía que no saliera porque era menor de edad y por eso no quería que saliera de su país".

Con doña Emeteria se quedaron los dos hijos de Ada Marlén, una niña de entonces tres años de edad y un niño de nueve meses. Los dos son jóvenes ahora, de 24 y 21 años, ella se casó y él estudió una carrera.

Doña Emeteria dice que lo último que supo de su hija fue que llegó a Tapachula, Chiapas. Desde entonces perdió su pista, hasta que 21 años después la encontró.

Nunca dudó de hallar a su hija: "Yo pienso que mi hija está viva. La he soñado viva, no he soñado que mi hija está muerta, por eso yo me siento que está viva", confiaba durante su peregrinar.

De pequeños sus nietos la interrogaban: "Ellos me preguntaban por ella, que por qué se fue. Y les digo que por la pobreza, que se fue asustada en su vida económica para ustedes. Ella se sintió no sé ni cómo, porque era una madre soltera".

Ada Marlén radica en Ecatepec, estado de México. Está casada y tiene dos hijos.

A doña Emeteria no le importan los motivos que tuvo su hija para guardar silencio durante dos décadas. Lo importante es que nuevamente están juntas.

Vía: El Universal