El acceso universal a las telecomunicaciones constituye sin duda alguna un elemento clave para el desarrollo social y económico. No obstante, garantizar una infraestructura de telecomunicaciones que sirva a todos por igual, con independencia de la ubicación geográfica y de la condición socioeconómica de cada uno, es una labor muy compleja en la que los países en desarrollo deben hacerle frente a escenarios donde predominan las grandes cantidades de territorio, población rural dispersa, y bajo poder adquisitivo.

Honduras y Nicaragua tienen las densidades telefónicas más bajas de Latinoamérica, a su vez estos dos países cuentan con un índice de ruralidad que ronda el 50%. Honduras por su parte, es el único país de la región que no cuenta con una estrategia de acceso universal. Estos datos los he obtenido de un documento presentado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones ITU por sus siglas en inglés.